En la sociedad actual, vemos como la mujer ha perdido la esencia de aquello que Dios la creo para ser. Ya no vemos la suave, bella y delicada forma que Dios le dio; en su lugar, encontramos a algunas mujeres (que creen que hablan por la mayoría) gritando desde el fondo de sus pulmones: “¡Igualdad de derechos!”. Queremos el poder de escoger nuestras carreras, hogares, familias y hasta de decidir cuándo dar a luz. Oímos a esas mismas mujeres diciendo que somos tan fuertes y determinadas como los hombres. Debemos mantener el aborto legalizado a TODO costo.

Irónicamente, las mujeres han perdido mucho debido a la legalización del aborto, a pesar de que la sociedad nos diga que nos hemos beneficiados y adelantado nuestras vidas y profesiones. Las mujeres nunca serán respetadas o tratadas como iguales mientras continuemos cediendo a lo que la sociedad nos dice ser verdades: el aborto es legal, por lo tanto debe estar bien. Todo por lo que hemos luchado nos ha sido dado, pero ¿a qué precio?, ¿vivir con las secuelas del aborto y las consecuencias de esas elecciones, como el divorcio, familias desestructuradas o relaciones abusivas? ¿Es este el futuro que queremos legarles a nuestras hijas y a nuestras futuras generaciones?

Es hora de luchar por nuestros derechos como mujeres y proclamar: ¡YA NO MÁS! Fuimos creadas y diseñadas para ser DADORAS DE VIDA y no hay deshonra en esa verdad. Es hora de que la mente de las mujeres y nuestra manera de pensar renazcan. Nuestros VIENTRES son el obsequio más grande que Dios Todopoderoso nos ha dado y NO tenemos que arrancárnoslos para ser iguales al hombre. ¡Nos merecemos algo mejor que el ABORTO!

No será fácil; es más, será difícil reprogramar nuestras mentes y corazones y dejar el dolor que la elección nos ha causado. Para aquellas de nosotras que hemos tenido la experiencia de un aborto, será difícil desprenderse del dolor y comenzar a confiar en Dios, especialmente cuando algunas realmente creen que Dios NUNCA puede ni NUNCA podrá perdonarlas. Nos hemos acostumbrado tanto al dolor, que encontramos seguridad en él. Verás, cuando una se siente tan lastimada, el dolor es entumecedor. Ese entumecimiento nos da una falsa sensación de seguridad porque, a pesar de que duele, te acostumbras al dolor y aprendes a vivir en ese estado. Por el otro lado, soltarlo nos abre un mundo nuevo de dolor desconocido, falta de control y temor a ser herida nuevamente.

El dolor parece ser un ciclo de interminable de la vida que ofrece pocas explicaciones o alivio; pero el dolor puede ser positivo para nuestras vidas si permitimos que Dios convierta nuestros males del pasado en esperanzas para el futuro. Te invito a que participes en la travesía de Un Tiempo para Sanar.

Aprendiendo a Reír y Jugar Otra Vez

Es un Estudio Bíblico de 12 semanas para mujeres que han sido devastadas por el impacto de sus elecciones. Este programa se enfoca en 12 mujeres del Antiguo Testamento que también tomaron malas decisiones. A pesar de los errores que cometieron, El Padre Celestial se sirvió de esas vidas para Su Mayor Gloria, transformando su maldad en bien y usándolas como instrumentos para formar la historia de nuestra Fe. A través de este estudio, te darás cuenta de que esas mujeres siguen existiendo hoy en día; son nuestras vecinas, nuestras amigas, nuestros familiares y hasta nosotras mismas. La lucha de estas 12 mujeres icónicas se refleja en la cultura de hoy. Sus vidas y transformaciones son pertinentes para todas nosotras, pues nosotras también necesitamos la gracia para encontrar nueva esperanza en el perdón y la sanación. ¡Ellas son como nosotras de muchas maneras!

Para Mujeres
Nuestra doble misión es sanar a las mujeres heridas, reconduciéndolas a su propósito original de felicidad e integridad, a través de la comprensión de aquello que las ha quebrado y proveerles los recursos para sanar el dolor encontrando VERDADERA libertad en el perdón propio.

Respaldos

Un Tiempo para Sanar es una buena aplicación pastoral de historias bíblicas y de personajes turbados por sus elecciones. El énfasis puesto en el perdón y la misericordia es particularmente importante para las mujeres que se han visto atrapadas en la tragedia de esas elecciones y que pueden sentirse como si Dios y la Iglesia las condenara. Creo que este libro es útil para las practicas pastorales del ministerio de reconciliación de la Iglesia.

Aprobado por el Reverendo Robert L. Schoenstene M.A., S.S.L de la Universidad de St. Mary of the Lake

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